La extracción de animales de su hábitat -con fines de lucro- para su uso como: mascotas, alimento, medicinas u otros subproductos, genera la disminución de numerosas especies y contribuye al agravamiento de su situación de riesgo. De acuerdo con la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), el principal factor que desencadena este ilícito es la alta demanda de mercado, así como del desconocimiento o falta de interés en el tema.
En México, la cadena de tráfico - extracción, acopio, transporte, distribución y comercialización- de vida silvestre ocupa el cuarto lugar en delitos de alto impacto, precedido del tráfico de drogas, trata de personas y tráfico de armas, y ha causado el estatus de riesgo de extinción a más de 2 mil especies nativas, pues contribuye a la disminución de población de especies y de variabilidad genética.
Es por ello que la comisión dictaminadora consideró que es posible erradicar el tráfico ilegal de vida silvestre al eliminar la demanda en el mercado, con apoyo de las legislaciones; al reportar a las autoridades correspondientes cualquier caso de tráfico; e incluso, desde las redes sociales en publicaciones que incentivan la compra de ejemplares que forman parte de la moda y estatus social.