De acuerdo con el citado dictamen de la Comisión de Educación, Cultura, Familias, Desarrollo Humano y Actividades Cívicas, el acoso escolar puede manifestarse por medio de violencia física, psicológica, sexual, acoso o “ciberacoso”. Entre las principales consecuencias para las víctimas se encuentran los daños físicos y psicológicos que generan baja autoestima, disminución del rendimiento escolar, depresión, entre otras más.
Asimismo, el dictamen que contiene el punto de acuerdo menciona que México encabeza el top 10 de países con mayor número de casos reportados de acoso escolar, de acuerdo con las estadísticas mundiales de la organización Bullying Sin Fronteras. Son muchos los factores que convergen en la prevención, identificación y erradicación de la violencia, por eso es imperante favorecer el sistema de educación básica y dotarlo de herramientas que le permitan cumplir con su propósito de educar a las niñas, niños y adolescentes.
La violencia escolar se está multiplicando en el país, siendo indispensable que la Secretaría de Educación Pública federal, como ente rector de la política educativa, fortalezca los planes, acciones y medidas para prevenir, erradicar y atender esta situación, así como proteger los derechos de la infancia a recibir educación en un entorno de paz y desarrollo.