El
Instituto Municipal de Planeación y Competitividad de Torreón (IMPLAN) presentó
este día a su Consejo Directivo, los detalles del Plan Director de Desarrollo
Urbano de Torreón (PDDU), basado en
los principios del nuevo marco legal que regula los asentamientos humanos en
México.
El primer problema que se debe de
atender en la ciudad es el crecimiento horizontal disperso y la baja densidad
urbana. El crecimiento histórico indica que, en los últimos 30 años, la ciudad
se ha extendido a las periferias.
Según análisis del IMPLAN, la tasa
anual de crecimiento de la población de 1990 al 2020 ha sido de 1.52%, mientras
que la tasa de crecimiento anual de la mancha urbana ha sido de 3.6%. Según ONU Habitat la relación debería ser uno a uno, sin
embargo, esta relación es más bien del doble, por este motivo el Índice de Ciudades Prósperas califica a Torreón con un 0/100 en uso eficiente
del suelo.
El contar con una ciudad dispersa tiene repercusiones
en distintos temas, por ejemplo, la urbanización de suelo natural aporta al
aumento en temperaturas máximas urbanas, que, según análisis del Atlas
Municipal de Riesgos, pudieran aumentar hasta en 5ºC en los próximos años.
Este modelo de ciudad también dificulta la
gestión y mantenimiento de los servicios públicos. Según ONU Habitat de
continuar con este modelo sería necesario ahorrar 27 años del presupuesto
municipal actual para poder financiar los próximos 15 años de crecimiento.
En cuanto al impacto en el tema de movilidad de
la población, actualmente la tasa de motorización
municipal pasó de 210 a 286 en el año 2015 al 2020,
es un aumento importante en 5 años. A nivel
metropolitano se espera para 2030 que uno de cada 2 habitantes se mueva en
vehículo particular, es decir, que en 10 años tendremos el doble de vehículos
circulando por las mismas calles, aumentando los problemas de
congestionamiento, contaminación e incidentes viales.
Torreón se encuentra apegado a los
Objetivos de Desarrollo Sostenible, Nueva Agenda Urbana ONU - Habitat III, y a
través del Plan TRC 2040 hacia una ciudad que previene, atiende, controla y
mitiga de manera efectiva sus problemáticas de ocupación y funcionalidad del
suelo, en aras de asegurar la calidad de vida de sus habitantes mediante un
desarrollo integral, inclusivo y sostenible.
Algunas de las metas del Plan
Director son:
●
Incrementar 25% el consumo de agua
proveniente de aguas alternativas.
●
Densificación intensiva y ocupación de 100% de los baldíos
intraurbanos.
●
Densificar la ciudad con vegetación
(10 m2 por habitante).
●
Incrementar al 50% la
infraestructura pluvial funcional.
●
Cobertura de 90% de servicios básicos en
colonias con rezago.
●
Ofrecer grandes proyectos de equipamientos de
recreación, deporte y cultura, accesibles para todos y todas.
●
Aumentar la oferta turística, su promoción y
difusión.
●
Contar con una oferta suficiente de
infraestructura y servicios que permita la consolidación del sector industrial.
●
Lograr un transporte público eficiente, seguro,
accesible y asequible para todas las personas.
●
Ofrecer la Plataforma de Gestión Territorial,
que facilite la consulta de información urbana a la población.